Las manos que tejen la lana
Cada gorro, cada boina o cada toquilla deja detrás muchas horas de trabajo, muchas hebras echadas y cientos de puntos, siempre acompañados de paciencia, buen humor y música de fondo.
Y si nos equivocamos acudimos al refranero popular y "más vale dolor de manos que dolor de alma": deshacemos y volvemos a empezar. Y punto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario